La isla estonia de Abruka es minúscula y se halla situada al sur de la isla mayor de Saareemma. Es una de las islas menores que sigue estando habitada, aunque desde la emancipación de la tutela rusa ha perdido residentes. Desapareció, como es natural, la guarnición ocupante, en la que había setenta soldados y oficiales y de los 150 habitantes autóctonos sólo quedan poco más de quince que, superadas las peligrosas circunstancias del pasado, viven felizmente.
Según se comenta en diferentes sitios esta isla esta llena de leyendas una de ellas decía que los antiguos pobladores encendían hogueras en la costa para atraer barcos incautos que embarrancaban en los lodazales del litoral y entonces eran saqueados a conciencia por los lugareños. Otra cuenta que una cigüeña asesina que robaba niños hasta que un campesino, reconvertido en héroe local, la capturó.
Detalles que enriquecen tus visitas a lugares tan especiales como este.
Este seria un buen sitio para ir a reflexionar antes de exámenes ;) Un saludoo
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